viernes, 25 de septiembre de 2015


NOSOTROS, LOS AZULES.
Muchos podrán afirmar, aproximándose a cierta verdad, que se trata de un poso de poetas, románticos o incluso locos, que se atreven a desafiar al mismísimo siglo veintiuno. Pero, por ahora, sólo los más sagaces entienden de qué va esto, este vestigio –que para ser minoría es muy numeroso, y que para ser multitud es aún pequeño-, pues eso, este rastro de un sueño que no se acaba de borrar para muchos –por miles, que algo ya es- mujeres y hombres que siguen creyendo en su Patria a rabiar, como unos adolescentes enamorados del más bello de los amores.
Siguen un mensaje que se lanzó hace ya muchos años por un hombre prodigioso, y los que se aproximaron a él, y por unos jóvenes entusiastas y dispuestos a dar la esencia por la existencia: la existencia era la misma vida, que entregaron como sacrificio, y la esencia era una España que amaban porque no les gustaba. Dentro de casi quince años hará cien de aquel increíble episodio de la historia, cuando la misma historia se tiñó de azul. Pero a esos jóvenes necesitados de nuevos campamentos se les inoculó desde la misma adolescencia una idea nueva y lejos, muy lejos “de los sombrajos de la derecha y de la izquierda”.
Fue cuando llegaron, llegamos, ellos/nosotros, los falangistas. Dispuestos a la intemperie, al ruido, a la persecución y a la muerte –esas vidas que tantos y tantos entregaron en tiempo de persecución y odio-. Me siento muy orgulloso de ellos, ninguna ley desmemoriada me quitará ese orgullo, porque eran como yo, como nosotros, ese puñado de españoles que sigue soñando y protestando, esos soñadores de antaño que tanto han dejado en nuestra memoria.
Una vez, hace años, cuando definirse como falangista era aún más peligroso que ahora por las connotaciones sociales y profesionales que tal calificativo pudiera producir, pues una vez, iba diciendo, un reconocido derechista sevillano me propuso, por supuesto que de buena fe, dejar mi sueño, mis muertos, y mi mismísima memoria, para ingresar en uno de esos partidos de derechas de la transición que ahora son poder. La clave, según él, era que la Patria, nuestra maravillosa España una, la defendería igual allí o aquí, aquí en mis sueños. En ese tiempo olvidaba que nuestro sueño, el de los falangistas, iba mucho más lejos que la Patria, con ser tan importante. Que nuestro sueño era, como dijera José Antonio, el de la Patria el pan y la justicia para todos, pero “preferiblemente para aquellos que no creen en la Patria porque carecen del pan y de la justicia”. No lo entendía, claro, pues era de derechas. Me parezco al Principito contando estas cosas, pero todo es verdad. El pobre hombre, en su buena fe, pensaba, sin haber leído un ápice de la obra de José Antonio, que nosotros, los azules residuales de aquella leva del franquismo, estábamos llamados a ser esa tropa que volvería a desfilar ante “los fantasmones de la derecha encaramados en el poder”.
En vano le dije en ese entonces que no había Patria sin justicia. En vano le dije que después de tantos años seguíamos soñando con una revolución que llevara a los españoles a la justicia social. Quizá no era la revolución que pregonaban entonces aquellos lejanos camaradas. Pero para nosotros, los azules, seguía siendo necesaria una revolución, una redistribución social, sacando como fuera de la marginalidad y de la miseria –material y moral- a tantos compatriotas. Sin esa premisa, era inútil reivindicar la Patria. Es más, era hasta agresivo para los españoles en la miseria y hasta para la mismísima Patria. Por eso, y por muchas cosas más, le dije a aquel amigo que me hablaba desde la buena fe que no tenía sitio entre ellos y me refugié definitivamente en mi bufete, mis lecturas y mis recuerdos. Y ahí sigo.
Y me alegro; me alegro mucho, porque desde mi independencia, puedo seguir exigiendo justicia social, y grandes cambios que ningún gobierno propone, pero que en la que nosotros, los azules, seguimos insistiendo. Desde esta distancia puedo seguir acogiendo a muchos jóvenes que se nos acercan, y dejarles mi lamento y decirles que en esta trinchera nada es fácil, pero todo es bello. Que es cierto que seguimos con un sueño maravilloso pero difícil. Pero no se arredran porque saben que nuestro sueño será loco pero no ha caducado. Porque desgraciadamente seguimos viviendo la misma España miserable poblada de bellacos, como en aquel entonces. En ese tiempo se llamaban terratenientes y banca. Ahora se llaman banqueros, políticos corrompidos y yernos de cualquier pelaje. Ahora tanta España corrompida
Por eso estamos juntos mucha gente: los de ayer y su memoria, y su ejemplo y su sueño que tantos años después sigue estando entre nosotros; los de hoy, que no somos pocos –aunque seamos pocos miles en una elecciones celebradas a la medida de los grandes, “pro domo sua”-. Y los de mañana, esa tropa de azules que no desaparecerá. Y seguirá entre nosotros: nosotros, los azules.

José Manuel Sánchez del Águila Ballabriga

martes, 21 de julio de 2015


QUE VIENE LA IZQUIERDA.
Una derecha débil, acobardada y vulnerable. Un Partido Popular despreciando la miseria de buena parte del pueblo español, como si no fuera con ellos, sin políticas de sanidad social, de higiene política, aparcando en la miseria y la penuria a millones de personas que acuden cada día a comedores sociales viviendo tristemente de la caridad. La derecha cosechando hasta el desprecio de los propios, de la clase media, la más castigada con impuestos y otras afrentas mientras financiaba a la banca corrompida y estimulaba la elusión fiscal de los más poderosos.
Pues esa derecha que nos ha impuesto esta absoluta injusticia durante años ( y no me vale lo de la crisis) es la misma que ha propiciado la próxima formación (ya en muchos casos real) de una izquierda en la que ha vuelto a creer un pueblo olvidado por sus gobernantes, enfangado en la miseria. Aquellos lodos traerán estos terribles fangos. Y vendrán los liberticidas, los ignorantes, los ya corruptos, aún más miseria para este pobre pueblo, todo eso que propició una derecha esencialmente injusta. Mientras, los escasos patriotas pelean aún entre sí. Un panorama desolador. Pero es lo que hay.

sábado, 11 de julio de 2015


No se enteran, no saben. Ya en el anterior Ayuntamiento (que se debería de suponer más exhaustivo cumplidor de la atroz ley de la antihistoria) se les escaparon muchos detalles. Hace años, y creo que son más de diez, asistí a la entrega por parte de mi Colegio profesional de un diploma por mi pertenencia al mismo 25 años desde mi incorporación.
En ese acto, que presidía mi decano, estaba presente el inolvidable (lo de inolvidable es cierto) alcalde socialista de Sevilla, Don Alfredo Sánchez de Monteseirín (y no es que pertenezcamos al mismo clan de los Sánchez: Sánchez Gordillo, Sánchez de Monteseirín, Sánchez del Águila) y ya con la copa tras el café me presentó mi decano al entonces alcalde pues quería saber de cómo iba el caso de un concejal suyo (un honrado concejal, añado) al que yo defendía en un caso llamado de “facturas falsas” del que afortunadamente resultó bien parado. Del tema poco podía hablar por discreción y secreto por lo que mi decano me dijo que Alfredo había propuesto rotular a la plaza de nadie que existe entre la Audiencia y los juzgados del Prado, “Plaza de los letrados de Sevilla”.
Al hilo de esa conversación tuve el atrevimiento de decirle: me parece magnífica la idea, aunque no tanto rotular la plaza de la Delegación de Hacienda con el nombre del sinvergüenza y ladrón Indalecio Prieto, socialista por supuesto. Ante su rictus de malestar ante mis palabras, insistí del modo más irónico posible: ¡Pero se os escapan las mejores, Alfredo, que detrás de los juzgados tienes un verdadero santuario “fascista”, según decís vosotros¡; calle Manuel Vázquez Sagastizábal (Medalla Militar individual en la guerra de Liberación); Ignacio Benjumea, que no es por nada de Abengoa (que es por el chaval falangista que primero cayó muerto el sábado 18 de julio de 1936 en Sevilla); la misma calle cerca del Bar Nuria llamada Capitán Vigueras quien participó con entusiasmo en la sublevación civil-militar contra las atrocidades republicanas, (génesis del criptosocialismo sevillano -despacho de Felipe, Aurora etc-); ya más lejos, en la Macarena, la calle Manuel Mateo, Jefe Nacional de los sindicatos falangistas durante la república. Por supuesto, esas calles permanecen, de momento.
Y el colmo de los colmos: hace unos días, cuando acompañaba a una amiga y clienta para solicitar el beneficio de justicia gratuita a fin de recurrir un acuerdo municipal unánime de origen comunista pero que salió adelante gracias al apoyo expreso de la derecha sevillana (del mismo PP, aunque parezca mentira), por el que le sustraían a su abuelo la medalla de la ciudad -un Capìtán General que ayudó con todas las tropas a su mando a los sevillanos en las inundaciones de 1958 y 1961, taponando brechas y llevando alimentos a la población aislada) le enseñé a esta nieta del elegante comandante y luego gran general una placa encriptada que está en la misma entrada de la Audiencia Provincial de Sevilla y que se refiere al mismo Edificio, que fue construido “siendo Jefe del Estado el Excmo. Sr. Don Francisco Franco Bahamonde.
La tranquilicé diciéndole: están locos, le quitan la medalla a tu abuelo y dejan que el edificio de la justicia recuerde al mismísimo Franco. (Por cierto, recordé esta circunstancia -la verde lápida entrando a la derecha- a dos presidentes de la Audiencia, uno de ellos luego fue miembro de CGPJ a propuesta socialista, pero parece que ninguno se enteró, por lo que allí sigue). Nosotros, de momento, hemos recurrido lo de la medalla sustraída.

domingo, 24 de mayo de 2015

GENERAL CASTEJÓN


MI GENERAL
Entre el acuerdo del pleno del Ayuntamiento de Sevilla de 13 de julio de 1961 y entre los méritos para la concesión al Excmo. Sr. Capitán General de la II Región militar, don Antonio Castejón Espinosa, figuraba esto que la derecha popular sevillana ni se molestó en buscar con tal de quitarle la medalla uniéndose a la propuesta de los comunistas asesinos en aquellos tiempos. Esto se lee en la hemeroteca del ABC de Sevilla
“Mas se dio la feliz circunstancia de que el mando designara para desempeñar la Capitanía General de esta Segunda Región al Excmo. Señor Teniente General Don Antonio Castejón Espinosa, y esta jefatura le brindó ocasiones para hacer ostensible su identificación por la ciudad y su amor a Sevilla, prestándole servicios inestimables, como aquellos que hubo de disponer y dirigir con ocasión de pasadas inundaciones, en las que las fuerzas a sus órdenes... y poniendo a disposición del Ayuntamiento abundania de elementos y suministros, asistieron con el mayor celo y el más noble afán al vecindario en aquellos días tan penosos y agobiadores, especialmente para los habitantes de los suburbios... Va a cumplir la ciudad hoy una deuda.”

Y va Zoido y sus cobardes conmilitones, y se pasa esto por los cojones, vulnerando flagrantemente el artículo 6 de la Ordenanza Municipal de distinciones que dice que reconoce especialmente este mérito del General Castejón. A tus órdenes, mi general.

sábado, 9 de mayo de 2015

ESPAÑA

Ayer recibí un mensaje desde Madrid, por facebook, de mi sobrina Marina, que proclamaba que qué bonita es España. El amor inmenso que le profesamos todos los españoles de bien es evidente; nos enamora el Tajo, el valle del Jerte; las playas de levante de Cádiz, para qué seguir, todo nos embauca y nos emociona.

Pero España es mucho más que una geografía; es un "proyecto sugestivo de vida en común”, como dijo aquel grande que nos mataron (que mataron al ruiseñor porque quería cantar). Y tenemos que conseguir eso, con cautela, moderadamente, hasta convencer a los que no creen en eso, de izquierda o de de derecha. Con ello, en España al fin habrá y se cumplirá el sueño de una verdadera justicia social. La Patria y la justicia, eso a lo que de momento aspiramos unos cuantos.

Ya es mayo, que también es bonito, como la España que me mandó ayer mi sobrina.

domingo, 3 de mayo de 2015

MI GENERAL

Acabo de llegar de un precioso viaje en el que mi ahijada hacía la primera comunión. Pero he andado lejos de este mundo durante estos días, lo justo para indignarme por la brutalidades que se han dicho de mi General, al regreso. Dicen lo que que les interesa. Nadie habla de las miles de vida que salvó, pero ya sabemos, la izquierda gana por su gallardía y la derecho con el traje con muchos manchones de cobardía. El jueves, antes de salir de viaje, mandé a la redacción de “ EL Mundo” una carta del fugado Alfonso XIII en la que se entusiasmaba del valor  y grandeza del comandante Castejón “para la victoria final", al que ahora la obscena derecha sevillana le quita la medalla contra toda la legalidad. Pero no se la quitarán al cobarde monarca que se escapó en plan “Lute”, por Cartagena”, como otros huyeron de los elefantes.

Mi General salvó vidas y si tuvo que ajusticiar a los asesinos, no tenía más remedio. Pronto escribiré un relato sobre él (o en el que sale él) y sabremos de un hecho histórico, cierto, ante  tanta mentira. Siempre estaré de su parte.

jueves, 30 de abril de 2015

ALFONSO XIII, BISABUELO DEL ACTUAL MONARCA, SE ENTUSIASMA CON EL COMANDANTE CASTEJÓN

El Pleno del Ayuntamiento sevillano de ayer que ofendió la gloriosa actuación de Castejón en Sevilla evitando y poniendo coto a los monstruosos crímenes que estaba perpetrando la izquierda
, desconoce seguramente esta carta que ahora publico con permiso de su familia. Se la dirige el rey fugado Alfonso XIII desde  Roma el 3 de febrero de 1938 y lo felicita por "tu heroico y brillante comportamiento... y porque podamos ver pronto la victoria final”. Querido Antonio, le dice el fugado y le envía un “fuerte abrazo”.

Y yo me pregunto, si ayer hasta la derechona rancia sevillana estaba de acuerdo con humillar la memoria de Castejón en base a la Ley para la Memoria histórica. ¿Como en base a la carta que acompaño (y salvo riesgo de incurrir en una flagrante prevaricación) no rebusca el Ayuntamiento de Sevilla las numerosas distinciones que seguro que tuvo que tener el rey fugado en la ciudad de Sevilla, y le quita todos los títulos que tuvo que obtener durante su reinado? ¿Cabe mayor exaltación al levantamiento militar como dicen los concejales sevillanos? Que cambien el nombre hasta al mismo hotel Alfonso XIII. Ley de Memoria Histórica.

miércoles, 29 de abril de 2015

MI GENERAL

Se curtió en la valentía y el arrojo contra los rifeños. Se llamaba Antonio Castejón Espinosa y entregaba su vida a cada instante para defender a España frente a esos criminales. Él era comandante, Yagüe el teniente coronel, para mí el mejor militar de aquella contienda capaz de enfrentarse con el mismísimo caudillo como cuando esa disyuntiva entre Toledo y Madrid. Pero ganó el insoportable bilaureado Varela. Castejón sobresalió por tantas virtudes de eficacia militar, rodear una población con astucia como hizo en Talavera para que entrasen sus legionarios (una medalla militar individual). Castejón era un militar que cumplía con el deber que le asignaba el mando y lo cumplió como nadie, como el mejor. En la difícil batalla del Ebro mandó a sus legionarios, con él al frente, a las más peligrosas misiones militares (la cota 261).

Y antes de todo eso, hizo lo mejor que pudo haber hecho, recién llegado a Sevilla, acabar con esa mafia de asesinos comunistas que mataban por placer y por odio. Hizo lo mejor que pudo y lo hizo muy bien, porque en se tiempo no podía dejar asesinos sueltos para que repitieran una y otra vez sus fechorías y crímenes. Entró en Badajoz con la orden directa de Yagüe, cumpliendo con su deber, tras dejar atrás a cientos de legionarios de su bandera, muertos por disparos de los rojos desde las alturas, pero sus legionarios le echaron “huevos" y consiguieron entrar. Imagino que habría juicios sumarísimos contra el enemigo y fusilamientos, a salvo la salvajada de Jay Allen con tal de ganar lectores, y del portugués pagado, sobre la plaza de toros en la que ya sólo creen los imbéciles. Qué menos.

Sin duda fue uno de los grandes y valientes militares del siglo XX. Pero hoy, la derecha sevillana a la que le salvó la vida, lo expulsa contra derecho de la medalla de la ciudad. Quizá mejor así. Pero eso sí, la derecha cobarde del PP sevillano, del Ayuntamiento sevillano innoble y miedoso, se ha sumado a los  comunistas y socialistas que jamás podrán perdonarle que evitase, con su llegada a Sevilla, que siguiesen con sus crímenes sucios en esta ciudad. Así pasó y así lo cuento.
y en todos los demás pueblos donde acudió mi General en defensa de pobres inocentes.

LA RANCIA Y COBARDE DERECHA SEVILLANA

En un pleno municipal con amplia mayoría de la derecha sevillana, se ha decidido retirarle, obviamente a propuesta de los comunistas, la medalla de la ciudad al Comandante Castejón. Es paradójico y miserable que el eficaz y valiente jefe legionario sea “condenado” por una derecha cobarde. Castejón salvó vidas de los atroces crímenes marxistas (comunistas, socialistas y anarquistas) que se prodigaron por toda España en ese fatídico verano de 1936.

Castejón fue el primero que llegó a Sevilla con tan sólo cinco legionarios en un Junker y sólo su presencia emocionó a la derecha de antaño. Con esas fuerzas y con las que siguieron llegando evitó que se siguieran ejecutando brutales crímenes de los “rojos” en Triana (donde entre otros habían matado al alfarero falangista Mensaque), en el llamado “Moscú sevillano” -San Julián, Santa Marina, San Román, San Marcos- donde llegaron a ultrajar el cadáver de un anciano sacerdote. Luego siguió con sus tropas por pueblos de Sevilla y Extremadura (por ejemplo, llegó a tiempo para evitar que falleciesen aún más personas en la pira funeraria que montaron los comunistas en El Arahal).

Ahora los causahabientes cobardes de esos sevillanos, que le debieron en una gran parte la vida al Comandante Castejón, que si hoy pueden votar en un pleno despreciándolo es porque sus tataradeudos fueron salvados por ese valiente legionario, le retiran una distinción. Por miedo, por cobardía. Porque la derecha es esencialmente eso: cobarde. Entonces y ahora.

viernes, 24 de abril de 2015

LA FERIA DE LAS VANIDADES

Acabo de regresar de mi primer día de Feria pese a vivir a 100 metros del “evento” Y qué he encontrado: cosas buenas y cosas hasta naseabundas, como debe de ser, imagino. Comienzo por la malas para el bue sabor de boca: mujeres que montaban yeguas a “mujeriegas” y se le encabritaba el caballo y ni puta idea para dominarlo; horteras vestidos de verde absurdo. ligones ya de 50 años que ligar querían. He estado poco tiempo, pero me asomé a la caseta de mi amiga Pupi, y antes un poco al Labradores de Altozano (para una consulta profesional) y los Círculos Balmes y esa gentuza- Y allí vi lo mejor: la belleza femenina sevillana, morenas o con mechas; y cómo bailaban, y qué guapas eran, y daba gusto verlas dar la vuelta. Ése será mi recuerdo de hoy, inmejorable. En fin

viernes, 17 de abril de 2015

ASÍ NO SE PUEDE SEGUIR

Mientras los partidos políticos, esos engendros totalitarios que acaparan el poder, se enfangan en el cenagal de los pactos, que es en definitiva el poder que da el dinero, el beneficio ilegítimo, el negociete o negociazo sucio que es la malversación, que es el robo sistemático del dinero de todos los españoles; mientras todo eso pasa y lo consentimos ya se sabe que pese a una eventual recuperación económica, la mitad de nuestros compatriotas seguirán en el límite de la pobreza o de la “exclusión social” (como ahora se dice). Pequeños empresarios jamás recuperarán sus negocios, trabajadores que ejercieron en estos tiempos de los partidos molondros y nefastos, jamás recuperarán su empleo, nuestros hijos no regresarán del extranjero donde encontraron empleo, y seguirá siendo penoso vivir en España. El redesahuciado seguirá con la deuda hipotecaria de por vida -ya fuera del piso que compró cuando el engaño de los bancos- y del piso cuyo alquiler no puede pagar. Y todo sería tan fácil: España para los españoles honrados que trabajan, no para los políticos que medran, los sindicatos que huelen a pescado podrido, los partidos que subsisten con nuestro dinero. Hay que hacer algo, hay que traer bienestar y sobre todo, justicia social, “suum cuique tribuendi”. Sin que este rabioso cambio afecte a la propiedad privada, incluso la de ese prestatario hipotecario que perdió su vivienda, por la propiedad limpia: la propiedad de sindicatos honrados, la propiedad comunal. Pero muy lejos de la pobreza y la corrupción aún más extrema de los “maduros” y sus agentes en España. Hace falta una revolución a lo Jean Jaures, “revolución en los fines”, sin violencia. Pero para todo eso hace falta que la mayoría pensemos que España es un “proyecto sugestivo de vida en común”.

miércoles, 25 de marzo de 2015

EL SOLITARIO FALANGISTA DE MARINALEDA

EL SOLITARIO FALANGISTA DE MARINALEDA.- Lo supe ayer, rebuscando datos que me iban suministrando sobre las pasadas elecciones autonómicas. En Marinaleda, tierra de bandoleros, Gordillos y comunistas, en las estribaciones de la sierra sur de Sevilla, en la que todo el mundo sigue las consignas del Comandante Gordillo, se produjo un hecho realmente insólito. En ese mundo, dominado por la extrema izquierda, brutalmente adoctrinado contra la Patria y en realidad también contra la Justicia Social, hubo alguien, ignoro si hombre o mujer, viejo o joven (esto nunca lo sabremos), pero en todo caso una sola persona, que le echó valor y tomó de la mesa de su colegio electoral una papeleta para depositar su voto a favor de los falangistas. El hecho es insólito, inaudito. Creo que aún se preguntan por el pueblo colectivizado quién le echó “huevos” para cometer tal desmán. Quizá estos días, en los bares más concurridos de Marinaleda, las miradas se dirijan a uno y otro cliente para, dirigiendo sus vista a determinada anatomía, descubrir al fin quién fue el atrevido, solitario falangista de Marinaleda que le echó el valor que pocos

lunes, 23 de marzo de 2015

ANDALUCES Y VANDALUCES

LOS ANDALUCES Y LOS VANDALUCES.- Yo me siento profundamente español. Mi Patria es de las pocas cosas sagradas que tengo. Pero también me siento inmensamente andaluz, aunque hayan creado como padre de esta minipatria un absurdo notario que se creyó poeta y al que todos, de derecha a izquierda, halagan. Yo me siento andaluz y me entusiasmo cuando veo el mar desde la Sierra de Istán, donde nació mi abuela, y cuando dejo atrás, tras la peña de “los enamorados” el pueblo de Archidona, la tierra de mi abuelo. Y Málaga tan bellísima y tan luminosa, donde pasó mi padre su infancia y juventud (con su cisne de plata en su camisa azul). Por eso no puedo admitir que se diga alegremente que los andaluces votamos ayer la corrupción, porque eso no es verdad. Miles de andaluces quisimos frenar, con nuestros votos, el robo que habían protagonizado, ese brutal atraco años tras año. Pero no fuimos los andaluces los que les dimos ese voto que no se merecían; fueron los vándalos, los vandaluces, lo que se vienen alimentando del poder y la corrupción, los corrompidos, los que dejan pasar estas barbaridades porque se lucran de este fango sucio en el que nadan los gobiernos socialistas. Por eso no admito que generalicéis sobre los andaluces. Muchos fuimos a votar contra esta miseria y esta hambruna. Pero pudieron los vandaluces. Porque parece cierto eso que se contaba: “ Y ganaron los sarracenos, porque Dios ayuda a los malos, cuando son más que los buenos”.

domingo, 22 de marzo de 2015

URNAS

Yo no diré eso de que “el mejor destino destino de las urnas es romperlas”, como afirmó en un ataque de desesperanza el mejor soñador que tuvo este pueblo. Sí es cierta mi repugnancia por ese circo y por eso apenas he votado (una vez a un compañero de facultad que iba para Presidente de la Junta -ante su ruego-, otra vez a otro, amigo y compañero de facultad que salió alcalde y otras veces por pasar la mañana diseñando un bonito voto nulo - comoel voto a ese bonachón, funcionario judicial, que iba a votarlo en serio y al final se me escapó escribir en la papeleta: gordo... qué buena gente eres). Pero esta vez había que votar, por razones que ni yo entiendo. Y llevaba días enfrentando la razón y el corazón. La razón me animaba a votar a los ciudadanos, que por lo menos carecen de antecedentes penales. Jamás a una formación que presenta como adalid a un individuo expulsado de la carrera judicial por prevaricador. Pero al final pudo el corazón y en un alarde de romanticismo del que me alegro, voté a los azules, a esas 22 personas, hombres y mujeres de Sevilla, que se ofrecieron alegre, poéticamente a ofrecer sus nombres. No conocía a casi nadie, deben de ser muy jóvenes y yo ya he cumplido los 57 años, pero sí que me llamó la atención que entre los candidatos figurase un chaval que cuando era pequeño, defendí como acusador ante una agresión que sufrió. Ya por él me habría merecido la pena el voto. Esta mañana hablaba con mi camarada David por el face y le insistía en Baler, esos valientes que cuando le preguntaban lo absurdo de su hazaña respondían “Seguimos aquí para que sepan que existimos”. Esta mañana no había papeletas del Partido Radical, de la CEDA, del Partido Albiñalista, de la Comunión Tradicionalista (esos inmensos patriotas). Pero estaban los de Baler, más de 80 años después, pregonando que existen, que existimos.

viernes, 20 de marzo de 2015

CAMBIO DE RUMBO

VOTARÉ A LOS MÍOS AUNQUE NO SIRVA DE NADA, DE MOMENTO (PORQUE NINGÚN VOTO SIRVE PARA NADA, Y MÁS AHORA QUE NUNCA) Reconozco que he estado tentado hasta última hora de votar al partido del buen catalán y español Albert Rivera, no tanto a su sicario andaluz a quien desconozco. Me parecían gente honesta y que, de momento, proclamaban en su discurso, dos principios fundamentales en mi creencias: la unidad de España, la creencia en una Patria común, y una sincera aspiración de justicia social que acabe por fin con este feroz capitalismo. Pero ayer me llegó un correo de un buen amigo y camarada madrileño que me transmitía confidencialmente datos, guión y presupuesto sobre una película que se está preparando sobre el “mejor hombre de España”. Me apasionó la idea. El guión era propio del mejor cine, el presupuesto muy elevado aunque modesto para cualquier producción cinematográfica (nada más el presupuesto de los atrezzos y exteriores me hicieron presumir que se haría una película de categoría). Y entonces pensé que aparte de alguna ayuda importante y puntual, este proyecto necesario en los 80 años en que nos mataron el sueño, dependía de esos casi 15.000 votantes azules (ridículos para unas elecciones pero esenciales para una suscripción colectiva), que podrían ayudar con sus pequeñas suscripciones al mejor proyecto azul que he conocido, en pleno siglo XXI, que ya es decir. Por eso, por animar y ejemplarizar, por ayudar a esa película que entiendo sustancial para nuestra permanencia ya infinita en la historia de España, para animar a esos dispersos azules, porque seamos 15.001 (contando con mi voto), votaré a los míos.

domingo, 15 de marzo de 2015

CIUDADANOS

Yo siempre fue abstencionista, convicto y confeso, Salvo en contadas ocasiones de amigos a los que voté con el corazón. Pero llegan tiempos peligrosos en que no podemos seguir en el barro. De este fango nos puede salvar Cataluña, y menos mal que siempre seguí español pese a mi eterno amor a la sardana. Hoy estuve escuchando la prosa limpia de Albert Rivera, y la vi, eso, lejos de la propaganda electoral, sin insultar a nadie, con una ilusión que proponía. Yo no propongo nada, sólo os dejo mi ilusión de esta mañana: contra la partitocracia y la corrupción. Por la justicia social. Me agrada mucho haber asistido a este maravilloso espectáculo político.

sábado, 14 de marzo de 2015

LA ESPAÑA DE LA POBREZA Y DEL DESENCANTO

Vienen tiempos de elecciones; nueva pugna entre los partidos que hasta ahora habían protagonizado la partitocracia y provocado esta España de miseria y penuria (desahucios, suicidios, hambre, paro, esta inmensa injusticia social). Pero ahora aparecen otros nuevos que quieren rellenar los arcos parlamentarios o municipales. Me referiré a dos: los estalinistas y ominosos de unos chiflados sujetos y financiados por la dictadura de Venezuela que quieren convertir a España en un nuevo Gulag: sin programa, con proclamas demagógicas, saqueando monumentos, auténticas barbaridades que Dios quiera que no les de posibilidad de cometer. De este lado la sinrazón y la tropelía que, no obstante, votará cualquier estudiante universitario acrítico e incapaz de admitir este oscuro comunismo que defiende al terrorismo mismo. Y de otro lado, un partido neoliberal, pero de extrema derecha, que procede de las filas desahuciadas de uno de los grandes del bipartidismo. Éstos ofrecen más de lo mismo, sin una creíble campaña de defensa de los más desfavorecidos, de salir de esta pobreza que a tantos afecta, de tanta exclusión social, de tanta insolidaridad. Si por ellos fuera, seguiríamos con la foto del hombre que os pongo.

domingo, 8 de marzo de 2015

NUESTRA ESPAÑA MISTERIOSA

Adorable Patria común de tantos y tantos. España es una porque una se formó, tras siglos de guerra (como diría el Blas en su triste himno y su peor prosa). Pero España es, está existe, es tierra de todos para amarla. Es cierto que no puede haber una Patria grande mientras haya españoles sin vivienda y sin pan. Pero para eso estamos, por encima de los partidos políticos, en los que definitivamente ya no creo. Yo sigo creyendo en ella, mi querida España, esta España mía, esta España nuestra (como decía ese lucero que se nos fue tan temprano).

DIEZ AÑOS BAJO LA SOBERBIA DE UN JUEZ

Al fin lo expulsaron, pero para mi amigo/cliente-tardío fue un suplicio soportar su chulería y su soberbia. Le negaba hasta sus hijos, con el inmenso cariño que les profesaba. Menos mal que llegó la Audiencia y mandó callar, pero mientras una y otra ves, y el juez en su poltrona o en su tarima gritando que no, que no y que no... Ahora anda por los vericuetos de la política creo, ya expulsado de su carrera por comisión de delito natural. No creo que salgo siquiera en las encuestas ni en los resultados. Pero lo que sí sé es que no volverá a dañar a mi viejo amigo.

AMAPOLA

Mi madre tendría la adorable edad de 14 años y fue con sus padres a la terrible distancia de 70 kilómetros que unía Huesca con Zaragoza. Y allí gozó del tenor Fleta (azul, no puedo evitar decirlo), que cantó esta canción sin autor conocido, que siempre guardó para ella, la lindísima amapola que siempre fue y es ella. Va por ella. https://www.youtube.com/watch?v=-IRIqII4z_c

sábado, 7 de marzo de 2015

UN GRAN JEFE PARA UNA GUERRA INEVITABLE

Era la mano derecha de Yagüe, el general azul que lucía las cinco flechas rojas junto al lucero de general. Pero el comandante era el combativo, el expedicionario, siempre valiente dirigiendo su tropa, su bandera. Yo había leído de sus hazañas y de su valor hasta que conocí a su hijo Manolo (q.e.p.d) y me enseñó las dos órdenes por la que le condecoraban por una de las más importantes condecoraciones al valor militar con desprecio a la propia vida: dos medallas militares individuales. Poco antes de morir, su hijo me regaló la gorrilla legionaria que os pongo bajo estas líneas, y que lució el entonces comandante (llegado el tiempo Capitán General en Sevilla)durante su avanzada por Extremadura al frente de su gloriosa bandera. La guardo como oro en paño. Ahora ando con nuevos relatos, y sale él de nuevo, aunque sea de refilón, cuando dio muestra de su humanidad cuando tras una sentencia se acercó a la viuda del fusilado para decirle..., pero bueno, ésa es otra historia.

POBRES PARA SIEMPRE

Comienza la lucha, las elecciones y comienzan las patrañas, lo vulgar y las barbaridades. Todos hablan de lo mismo, de lo que según ellos, les interesa al “pueblo” (que así los llaman). Es brutal todo: la socialista con cara de dependienta de estanco advierte de que su partido dará mieles y mieses a todos –sabemos que es mentira-; el niñato del pepé (que Dios y él me perdonen, pero con cara de señorito venido a menos, a bastante menos, que ya tiene que comprar el aceite en botellas de a litro en el MAS); pues el niñato suelta una proclama sobre el maltrato a las mujeres, así, de repente, como quien no quiere la cosa, ignorando que desde el mismo sistema judicial se ignora a las mujeres que denuncian y salen de los juzgados llorando. No tiene ni puta idea este muchacho. Y más abajo, mejor ni pensar. Unos pillos que han trincado la pasta y que aseguraban que PODEMOS trincarla, y así les va, con esos votos encastrados en su deshonestidad: todos bajo sospecha pero los pobres desgraciados que carecen del pan y de la justicia (la Patria ya no existe pare ellos) les darán sus votos. El voto del que no lee, del que no sabe, pero el voto al fin y al cabo. Y a la extrema derecha de los peperos salen los que huyeron de ese partido y pretenden implantar una ideología aún más insensata. En Andalucía exhiben como trofeo a uno que dicen que es “juez” pero que ya no tiene “puñetas” porque lo expulsaron de la carrera judicial por un delito de prevaricación, el peor delito que puede cometer un juez. Pero hay hambre y penuria, y miseria, eso que ninguno de esos gamberros se atreven anunciar, señalando el modo de atajar la pobreza de este pueblo. Van a lo suyo. Y ninguno nos paramos a ver las colas en los comedores sociales, los que duermen en los cajeros automáticos, los que buscan y rebuscan en las basuras. Mientras esto siga así, no hay Patria, ¡cómo va a haber patria¡ y todos nuestros políticos se merecen el mayor de nuestros desprecios. Así anda la cosa, como para tener dinero y escaparse este tiempo a un crucero por los fiordos de Noruega.

viernes, 6 de marzo de 2015

FOENS

De esto hace tantos años, que hasta parece que fue el sueño con el que despertamos ayer. Pero no, fue verdad, por estrafalario que parezca lo que cuento. Omitiré nombres, sólo me quedaré preso en la celada. El caso es que allá por al año de 1977, tiempo de trifulcas y violencias, cuando los de Fuerza Nueva asaltaban a los comunistas y dejaban sus escombros en las puertas de urgencias de los hospitales (y eso porque tenían estudiantes de Medicina en sus filas más o menos piadosos) y los comunistas le arrancaban un ojo de por vida a mi buen amigo, el entonces seminarista César, y todo eso en una de las calles de la Feria en plena fiesta; pues por ese entonces surgió la ilusión adolescente de salvar a España, ese incauto FOENS que unos pocos nos dispusimos a constituir en una finquita entre Marchena y La Puebla, que era casa del vizconde, quien creo que se llevó y debe de guardar a buen recaudo nuestra bandera, esa que hicimos entre todos. Nuestro Frente Obrero Español Nacional Sindicalista llenó de Sevilla con sus pintadas su nombre. Lo más común era dejar en las paredes la palabra “revolución”. Algún cachondo como yo pidió spray de oro para escribir en la calleja tras la plaza de Cuba eso de “Con Felipe II vivíamos mejor” (los de la extrema derecha de Fuerza Nueva pintaban que con Franco vivíamos mejor), y así quedó durante años. En Madrid llenamos las calles con nuestra inútil propaganda tirando pasquines en todas las calles. Éramos cuatro, cinco o diez gatos, y nos llamábamos neofalangistas. Yo era más señorito (aunque los más señoritos eran otros, para empezar el vizconde rubicundo del que guardo un especial recuerdo) pero los demás trabajaban en junio o en septiembre en la recolección de una finca del torero Antonio Ordóñez. Y todo era para el partido, o movimiento o lo que sea. Eran otros tiempos y otras ilusiones y otra juventud. Pero creíamos a pie juntillas en una necesaria revolución para España. Éramos tan ingenuos, tan incautos. Nunca supimos utilizar los fraudes de esta gentuza financiada por países comunistas, aunque en nuestro caso, la verdad, no teníamos regímenes a los que acudir ni nos hacían falta. Se derrumbó nuestro sueño quizá pueril, pero estoy seguro de que todos los que nos apuntamos a esa aventura adolescente seguimos honestos. A todos mis camaradas de ese tiempo: podemos aún con nuestros sueños, por difíciles que nos parezcan.

miércoles, 4 de marzo de 2015

YO TENÍA UN CAMARADA

Acabo de leerlo en el ABC del bar de la esquina. Ha muerto a sus 95 años quien poseía la medalla de la vieja guardia, emblema de fundador del SEU y otras condecoraciones que justamente le concedieron. No faltaré a mi secreto profesional, pues él lo pregonaba, cuando acudió a mi despacho siendo yo muy joven (25 a 27 años) o por ahí, y me dijo: Suárez nos ha engañado; pero no por hacer la transición y ultrajar nuestra camisa azul, sino que, para la constitución de la UCD y la ulterior transición, expolió literalmente los fondos limpios y amplios que tenía el Montepío de los funcionarios del Movimiento al que él pertenecía. A cambio, quiso reparar el robo con el dictado de dos normas, creo que del año 1977, que establecía la obligación del Estado para abonar las pensiones de los miembros de aquel Montepío expoliado. Pero el Estado no pagaba. Y me aventuré con mi camarada en una y otra reclamación ante la entonces llamada Magistratura de Trabajo, para cobrar lo que, como ya jubilado le correspondía. Daba gusto que viniera al despacho para sus cosas: tenía humor, grandeza, cultura, se nos pasaba el tiempo. En ese entonces no sabía yo que tenía la medalla de la vieja guardia, que si no le hubiera requerido para que me la enseñase. Antonio Andrés, Presente. Otro lucero que se nos va.

sábado, 28 de febrero de 2015

CALLAR ES ASENTIR

Hace muchos años de esto, puede que sean quince o así, pero tampoco estoy seguro. Yo era abogado, soy abogado, y defendía los intereses de un prestigioso profesional de la arquitectura en los juzgados de familia de Sevilla. Era un padre que no deseaba otra cosa más que estar el mayor tiempo posible con sus hijos. Pero el juez, escoltado con una nube absurda de feministas cuasi boliviarianas, me negaba una y otra vez la guardia compartida de los dos menores deseosos de estar con su padre el mayor tiempo posible. Pero esto no era posible con ese juez que era mimado cuidadosamente por las abogadas feministas (a las que como compañero respetaré siempre mucho). De ese o esos tiempos recuerdo y recordaré siempre el día, terrible entre los días, en que ante la negativa del padre a dar de tomar una pastilla a su hija por recomendación de una médico, sacó pecho en su despacho, “faisán del derecho” que hubiera dicho Quevedo, y me amenazó (sic) en privarle de la patria potestad a mi cliente si dejaba de darle esa discutible pastilla (por lo visto, no me acuerdo, con abundantes efectos secundarios). Recuerdo ese día en que frente al hotel Colón y desde mi moto, intentaba hacerle entender a mi amigo tan gravísima amenaza. Creo que es lo peor que me ha pasado en mi vida profesional. Y así muchas cosas más. Conseguí, de hecho, tras muchos años de batalla, una custodia compartida en la Audiencia de Sevilla a la que el juez se negó al menos en tres ocasiones. Ahora este juez, afortunadamente expulsado de la carrera judicial por mor de una prevaricación de libro, se mete en el lodo de la política y se atreve a presentarse como adalid de muchas cosas y entre ellas y mi asombro, de la “guarda y custodia compartida” que yo siempre defendí. Se meten en la política una vez expulsados y hacen lo que sea, hasta traen un torero al que la justicia parece que no le dio la razón (Garzón lo hace de otro modo). Y ahora, ahora, hablan de la custodia compartida en público, esa custodia compartida que tanto estudié con seminarios en Madrid y que me negó tres veces cuando demandaba el interés de un hombre con una vivienda preciosa junto al Guadalquivir para disfrutar de sus hijos. Ése es vuestro candidato, uno de vuestros candidatos, en las próximas elecciones. La esposa que detestaba al marido y que se opuso a sus justas demandas una y otra vez seguro que lo votará, aunque ahora, extrañamente, defienda la guardia y custodia compartida. Cuento esto porque si callo es como si asintiera, y eso no.

domingo, 22 de febrero de 2015

CIUDADANOS VOX ETC

Ante el penoso panorama que les ofrece a nuestros honrados ciudadanos, hartos ya de corrupción y atracos a mano sin armar, de injusticias y profundas tristezas familiares, miles de personas en manos de delincuentes usureros (que ya se encarga mi camarada Carlos J. Galán de denunciar). En medio de este caos y esta miseria, y con partidos ya con el aceite más que gastado, nos queda una respuesta a la gente de bien, y pido disculpas por meterme en ese redil. Es obvio que no podemos juntar nuestra palabras a los pícaros de Venezuela, que roban al fisco y a los españoles. Vox es la extrema derecha que exhiben a un lisiado, la guapa y el rico se largaron, a saber por qué. Acogen a jueces gravemente sancionados -aunque cuenten su increíble historia que no creyó ni el Tribunal Supremo-, ya tienen que estar mal para lanzar al ruedo político a un delincuente. Me quedan los ciudadanos. Sé por qué hay que confiar en ellos: no engañan, no presentan a ningún delincuente (el que comete delitos) a ningún puesto y es una ventana abierta a la esperanza. No sé, eso pienso ahora. Quizá mañana vote a Falange Autçéntica, si aún existe.

viernes, 20 de febrero de 2015

ME HAN ENSUCIADO LA PALABRA

Era bella la palabra porque implicaba un entusiasmo frente a todo, frente al mal y al porvenir incierto, en nuestra lucha profesional, en el deporte, en nuestro afán de que las cosas mejoraran, de que llegara la justicia social. Pero llegaron unos niñatos de cutre despachito universitario de diez metros cuadrados, entrenados duramente en el último y residual comunismo que sigue siendo opresión y dictadura, y nos hurtaron esa palabra que llegó a ser antaño la expresión de lucha y optimismo de muchos o de casi todos. Llegaron y a por todas, con toda la malicia soviética, empleando sus mismos métodos hogaño, de estafa y engaño a un pueblo justamente desesperado, una Patria (mi Patria, nuestra Patria) donde es indecoroso e inadmisible que haya millones de parados, miles de desahúcios y miles de tragedias, tantas y tantas personas que viven dramáticamente en los umbrales de la pobreza (esa otra palabra que en estos tiempos malos se ha puesto de moda), y que yo creo que ni siquiera pueden pagar los recibos de electricidad en este invierno tan frío. Pero han llegado los nuevos bolcheviques -esos niñatos- con su palabra mágica, enrolando en sus siniestras filas adeptos como las ratas del flautista del cuento. Es una metáfora. Los desesperados no son ratas, son gente buena a las que les llegó el infortunio y están desesperados, no puede ser de otro modo. Y se entregarán a ellos, incluso al que en un año cobró lo que pocos profesionales hemos cobrado durante muchos años. Pero les puede la desesperación y hasta los comprendo. Yo mismo, llegado el caso, en ese zaguán de la pobreza, ¿con quién me iba a juntar? ¿Con los que nos llevaron a este cataclismo de penuria y corrupción? Los niñatos lo saben, y no por que sean o crean ser “polítólogos”, sino porque hubieron de hacer algún master en la sevillana calle Sierpes y llaman a rebato. Y a lo mejor consiguen el poder y sufriremos la sinrazón y la crueldad del bolchevismo. Pero quizá eso no sea tan importante porque sobreviviremos. Lo lamentable es que nos robaron una palabra que prometía lucha, ilusión y regeneración. Entonces seremos nosotros, los desterrados del reino comunista, los que, siquiera sea furtivamente, mascaremos esa palabra, diremos que se puede salir de tanto oprobio. Diremos que “podemos" y saldremos todos, incluidos los del zaguán, faltaría más, de la inmensa pobreza a la que nos iban a conducir. El problema es que los neobolcheviques no nos enseñarán las urnas para combatirlos, sino las catacumbas desde la que, de nuevo, saldrá la libertad y la justicia a flote.

OTRO DÍA MÁS

Mi despacho artesanal, que acoge pretensiones o reclamaciones de todos. Ahora hablo con una clienta que es Duquesa, seguramente Grande de España, no lo sé seguro, que me expone su problema al que he de enfrentarme con urgencia esta próxima semana. Su caso es de justicia y para mí es un placer enfrentarme a la injusticia sea contra quien sea.

Al poco me llama una mujer víctima de violencia de su pareja. Yo estoy en ese turno específico de oficio, eso que muchos letrados pelín soberbios consideran denigrante, pero para mí no. Ya era cliente por un episodio anterior y sé que he de movilizarme esta semana con ella.

El mayor placer y la mayor condecoración de un abogado es la defensa de lo que entiende causas nobles: sea en defensa de una duquesa o de una mujer maltratada (con la venia del exjuez). Ésa es mi grandeza, la de mi toga, y me siento orgulloso de ella.

domingo, 15 de febrero de 2015

ROJO Y NEGRO; EL ÚNICO CINE FALANGISTA

He vuelto a complacerme, en esta tarde de asueto dominguero, con única película soberbia: “Rojo y negro” del director falangista Carlos Arévalo, de 1942.
La película es soberbia por muchas razones; técnicas pues hace un alarde de conocimientos cinematográficos desconocidos en la época, como cuando la máquina repasa las distintas celdas en las que los milicianos tienen guardados a los “fascistas” que pronto asesinarán, un adelanto a 13 rue del percebe. Es una película imprescindible para una correcta memoria histórica de aquello que pasó, pero como es una película hecha desde el falangismo, hay escenas trufadas con otras, en las que se ve al proletariado sufriendo y a la burguesía y la derecha disfrutando, y todo ello para explicar por qué sucedió aquella tragedia colectiva.
Tan es así que el día de su estreno, los militares de alta graduación presentes en la sala abandonaron la sala de filmación y:

"Estrenada en el cine Capitol el lunes 25 de mayo de 1942 (coincidiendo con el regreso a Madrid de el primer contingente de voluntarios de la División Azul) y con el patrocinio de la Asociación de la Prensa, a las tres semanas desapareció misteriosamente de las carteleras, siendo prohibida gracias a las presiones de altas jerarquías (posiblemente militares, por lo que luego veremos). A mediados de los noventa (bajo una espesísima capa de polvo) apareció una copia de este film en los antiguos locales de la productora madrileña. La Filmoteca Española la exhibió, con gran éxito, en un ciclo sobre cine de postguerra. La presencia y visionado del film en certámenes cinematográficos y facultades universitarias ha sorprendido siempre gratamente a los espectadores.”

Está dicho.

sábado, 7 de febrero de 2015

ROPA VIEJA


"ROPA VIEJA”

Qué sorpresa esta tarde cuando una amiga que desconocía hasta hace poco mi faceta de escritor me dejó en mi despacho por mensajería dos ejemplares de mi segunda obra de relatos que llamé “Ropa vieja” (iba a llamarse “Cajón de desastres”, pero al final pudo lo de los mil guisos). Con ellos venía un mensaje amable, ella había adquirido uno y había comprado dos para mí. El caso es que la librería Beta de calle Sierpes cierra (merecido se lo tenían por su sectarismo frente a libros azules) y ya sacaba de lance las obras existentes. Entre ellos estaba mi “Ropa vieja” que me editó mi buen amigo Paco Aranguren. Muchas gracias, amiga y espero que disfrutes del ejemplar que compraste para ti.

La historia del libro es simpática; son bonitos los libros con biografía. La del mío fue que una vez que el libro salió del horno, y estando mi editor de vacaciones, me llamó por teléfono para que me cerciorara si, efectivamente, "Ropa vieja" tenía asignado el correspondiente ISBN (ya se sabe, el carnet de identidad del libro). Al entrar en la página web de la Biblioteca Nacional me sorprendió la existencia de una obra de igual título escrita por el escritor limeño Ricardo Palma, fechada en 1889. Esto sería en el mes de agosto. El hecho en sí no suscitaba problemas legales puesto que los títulos de las obras no gozan de protección de propiedad intelectual pero debo de confesar que aquel descubrimiento me produjo una agradable sorpresa y me resultó francamente misterioso compartir el mismo título de un libro con un autor lejano en el tiempo y en el espacio.

Cuando este casual descubrimiento no podía sospechar que el destino muy pronto me acabaría uniendo de algún modo con aquel para mí aún desconocido Ricardo Palma. En septiembre me propusieron impartir una ponencia profesional en un congreso que se iba a celebrar precisamente en Lima, en la primera semana de octubre. El caso es que mi llegada coincidió con los actos conmemorativos del 75 aniversario del fallecimiento de este escritor limeño, tan venerado en aquel país. A través de casuales e inesperados contactos, estuve presente en todos esos actos, en los que ya se me comenzaba a llamar "el español que escribió la otra Ropa vieja" y, finalmente, un ejemplar de mi "Ropa vieja" quedó, como curiosidad, en una vitrina de la Casa-museo de Ricardo Palma a petición expresa de su director Guillermo Wendell.

Por supuesto que conmigo regresó a España un ejemplar de la “Ropa vieja” de Palma.
Gracias, amiga, has cerrado con una preciosa anécdota la biografía de este libro que acaba de morir.

MI AMIGO ENRIQUE Y EL ALMIRANTE NELSON


OTRA PROSA PRÓFUGA DE MI AMIGO ENRIQUE AL QUE SIEMPRE RECORDARÉ.-

Mi amigo Enrique me contaba que allá por los años 50 se echó en Málaga de novieta a una muchacha muy codiciada (en el mejor sentido de la palabra) en toda Málaga. La sedujo y la convirtió en su novia, al menos provisional. Fue la envidia de toda Málaga en aquel tiempo. Pero al padre de la novieta alcanzada, práctico del puerto de esa ciudad, monárquico acérrimo, le jodía que su hija hiciera manitas con un falangista del Frente de Juventudes.

Por eso, me contaba Enrique, cada vez que se cruzaba con el supuesto futuro “suegro” por la calle Larios de Málaga, éste le espetara a mi amigo algo en italiano que no sé reproducir pero que venía a decir: Adiós, cabeza de gamba. Mi amigo era muy rubio, muy blanco y poblado de lunares, de ahí el mote que cada mañana le soltaba el práctico del puerto malagueño.

Pero hubo un día, feliz entre los días, en que la venganza luchó con ternura y sutileza. Fue un día en que un buque inglés chocó con otro español en las maniobras de atraque sufriendo éste avería gruesa. El práctico del puerto era justamente el monárquico que despreciaba a mi amigo por falangista y que a diario le decía en italiano en plena calle Larios, con machaconería: “Adiós cabeza de gamba”.

Ese día, en las ediciones vespertinas de los diarios que por ese tiempo se estilaban salió la noticia de ese brutal choque en el puerto en el que salía malparado el práctico monárquico (creo que carlista) que se reía a diario de mi amigo con su chiste fácil.

Mi amigo guardó la noticia y se relamió con ella. Al día siguiente se reencontraron en la calle Larios -uno iba al Instituto, el otro al Puerto-.

El práctico, por no perder la costumbre, le lanzó al chaval eso de “adiós, cabeza de gamba”, en italiano, siempre con entonación.

Pero el chaval esta vez se creció. Dueño de sí, miró hacia atrás y cuando lo tuvo a la vista, ya frente a frente los dos, manteniéndole la mirada con la mayor dignidad que le era posible, le dijo lo mejor, qué ingenio para hacer cambiar la mirada de un hombre y volcarla en la acera, quitándole su chulería:

-Adiós, Nelson.

Y se marchó feliz a su instituto de calle Madre de Dios (allí vivía mi padre, cerca del teatro Cervantes). Ese noviazgo no salió bien, obviamente. Pero mi amigo Enrique le echó cojones con el mismísimo Nelson.

viernes, 6 de febrero de 2015

NOTAS SOBRE LA FUNDACIÓN E LA CENTURIA “CARDENAL CISNEROS DE MÁLAGA


NOTAS SOBRE LA FUNDACIÓN DE LA CENTURIA “CARDENAL CISNEROS” DE MÁLAGA.-
Por Manuel Sánchez del Águila.

·      LO GERMINAL.-

Dentro del denominado Frente de Juventudes (afiliación generalizada de toda la juventud española de los años cuarenta), se crearon las “Falanges de Voluntarios”, que pronto pasaron  a ser llamadas las “Falanges Juveniles de Franco”.

Una de las centurias de flechas, la “Santa María”, constituyó el germen de la centuria “Cardenal Cisneros”, ya de cadetes, entre los 12 y 16 años de edad, creo recordar.

El núcleo fundamental de esta centuria de cadetes, tiene su gestación en el Instituto de Enseñanza Media “Nuestra Señora de la Victoria”, de Málaga, sito en la calle Gaona, donde cursábamos nuestro bachillerato los entonces niños de 12-13 años de edad que en julio/36 estábamos en la franja de los 9 o 10 años.

El grupo fundacional de la “Cardenal Cisneros” estuvo integrado fundamentalmente por mandos de la entonces centuria “Santa María, como se ha dicho.

Recuerdo entre otros a los hermanos José (Jefe de la Centuria) y Manuel Utrera Molina, José y Eduardo Martín Almendro, Jaime González Martín, Waldo Fernández, Julio Valverde Burgos, Paco de los Riscos, quien esto escribe -que asumió la subjefatura de la centuria- y muchos otros que ahora me resulta muy difícil de recordar. Sí aludiré al inefable “Mario” que tenía tarjetas con la palabra “ayudante” y que decía pertenecer a una familia noble caída en desgracia.

Y entonces viene el factor numérico: ¿Qué escuadristas teníamos? ¿Con quién contábamos? La respuesta es categórica pues era además la consigna del momento político: el proselitismo. No había otro. Uno a uno, charla a charla y reunión tras reunión, se fue constituyendo el núcleo fundamental de la centuria “Cisneros” de la que posteriormente nacieron otras como la denominada “Emperador Carlos”, de la que fui Jefe, marchándome con pena de la “Ciosneros” y mi buen amigo Manolo Utrera su subjefe, compartiendo conmigo las responsabilidades de la jefatura.

Creo que fue en el patio del Instituto de Málaga donde se concibe el nacimiento “cisneriano”; pienso incluso que era cuando finalizaba la letanía del rosario matutino, que día tras día, antes de comenzar las clases, el padre Morales dirigía desde la balconada de la primera planta de dicho instituto, letanía que teníamos que memorizar por su turno, por su orden exacto, al terminar las preces, siempre por España, por las alabanzas a la paz, por nuestras familias, sobre todo por Dios y por su ayuda en momentos tan difíciles: Guerra Mundial, tantas privaciones, tantas dudas, tantos sueños, junto a los primeros amores de niños.

Nace “Cisneros” gracias a ese contagioso proselitismo que ejercíamos en tantos y diversos lugares: esas calles y plazas donde los niños jugábamos entonces; Plaza de la Merced, plaza del Teatro Cervantes, calle Madre de Dios. También en los descansos entre las clases del instituto, amigos o hermanos de las primeras “novietas”, siempre a cuestas con la ilusión de los 14 años.

Entre las actividades ilusionantes estaban los campamentos volantes, las marchas por etapas, el caminar ilusionado entre pueblo y pueblo, mezclando la lectura d la carta de la novia  con el “maquis” que nos amenazaba (a veces acompañados por una pareja de la Guardia Civil); en fin, siempre el afán aventurero de esa temprana edad.

Y se consiguió: acudía la juventud, se contagiaban las vibraciones de las marchas y músicas que todo lo llenaban: “Cubre tu pecho de azul español” “Juventud Española, “Prietas las filas”, “Yo tenía un camarada” y muchas más. Llegó a tener la centuria Cisneros un número muy cercano a los cien miembros. Era exactamente una centuria de jóvenes de diversas procedencias: estudiantes de bachillerato, aprendices, menestrales, un heterogénea mezcla de orígenes y familias, incluso hijos de represaliados injustamente.

El denominador común de mis recuerdos  fue siempre un latiguillo: “ni vencedores ni vencidos”, España sobre todo, la mirada clara y lejos…el romanticismo de un Imperio ideal, Dios sobre todo, la grandeza de la Patria, las enseñanzas de José Antonio, “mitad monje mitad soldado”, los valores del campo y de la nauraleza, la insobornable unidad de España.

·      ESPECIALES RECUERDOS.-

Hogaño viene a mi memoria nuestro especial recuerdo de entonces, permanente, a todos los españoles que, en una u otra orilla o bando, habían luchado o muerto en nuestra guerra civil.

Recuerdo especialmente las noches en vela que pasábamos rezando, en las vísperas del día de los caídos, en el recinto del Sagrario, entre guardia y guardia, rezando, repito, por todos los fallecidos en aquella brutal con tienda, tanto de los vencedores como de los vencidos, pensábamos  en las familias, y los amigos de quienes dieron sus vidas por sus ideas en aquel cruel episodio bélico.

·      MANDOS

Como es imposible el recuerdo a tantos y tantos que me acompañaron en esta preciosa y bella aventura juvenil, recordaré a los jefes provinciales del Movimiento: Emilio Lamo de Espinosa y Manuel García del Olmo; a los delegados provinciales: Ricardo Manuel de la Torre y José Martínez Martínez; a los secretarios provinciales: José Manuel Merelo Palau y Francisco Valverde Dhior, al ayudante de las Falanges Juveniles (éste de verdad ayudante, no como Mario; y a los entonces jefes  de diversas centurias entre los que quiero destacar a José Utrera Molina, primer Jefe de la “Cardenal Cisneros”, que llegaría a alcanzar en los años 70 los puestos de Ministro de la Vivienda y Ministro Secretario General del Movimiento, tras una fructífera y entregada labor como gobernador civil en distintas provincias. También a Francisco Hidalgo Ramos, jefe de la centuria “Gibralfaro, y José González de la Puerta, jefe de la centuria “Domingo Lozano” que ostentaron los cargos de gobernadores civiles  de Soria y Málaga respectivamente.

Así de sencillo y así de bello aconteció todo ese tiempo en el que teníamos el corazón poblado de sueños y de generosidad.