NOTAS
SOBRE LA FUNDACIÓN DE LA CENTURIA “CARDENAL CISNEROS” DE MÁLAGA.-
Por
Manuel Sánchez del Águila.
· LO
GERMINAL.-
Dentro del denominado
Frente de Juventudes (afiliación generalizada de toda la juventud española de
los años cuarenta), se crearon las “Falanges de Voluntarios”, que pronto
pasaron a ser llamadas las
“Falanges Juveniles de Franco”.
Una de las centurias
de flechas, la “Santa María”, constituyó el germen de la centuria “Cardenal
Cisneros”, ya de cadetes, entre los 12 y 16 años de edad, creo recordar.
El núcleo fundamental
de esta centuria de cadetes, tiene su gestación en el Instituto de Enseñanza
Media “Nuestra Señora de la Victoria”, de Málaga, sito en la calle Gaona, donde
cursábamos nuestro bachillerato los entonces niños de 12-13 años de edad que en
julio/36 estábamos en la franja de los 9 o 10 años.
El grupo fundacional
de la “Cardenal Cisneros” estuvo integrado fundamentalmente por mandos de la
entonces centuria “Santa María, como se ha dicho.
Recuerdo entre otros
a los hermanos José (Jefe de la Centuria) y Manuel Utrera Molina, José y
Eduardo Martín Almendro, Jaime González Martín, Waldo Fernández, Julio Valverde
Burgos, Paco de los Riscos, quien esto escribe -que asumió la subjefatura de la
centuria- y muchos otros que ahora me resulta muy difícil de recordar. Sí
aludiré al inefable “Mario” que tenía tarjetas con la palabra “ayudante” y que
decía pertenecer a una familia noble caída en desgracia.
Y entonces viene el
factor numérico: ¿Qué escuadristas teníamos? ¿Con quién contábamos? La
respuesta es categórica pues era además la consigna del momento político: el
proselitismo. No había otro. Uno a uno, charla a charla y reunión tras reunión,
se fue constituyendo el núcleo fundamental de la centuria “Cisneros” de la que
posteriormente nacieron otras como la denominada “Emperador Carlos”, de la que
fui Jefe, marchándome con pena de la “Ciosneros” y mi buen amigo Manolo Utrera
su subjefe, compartiendo conmigo las responsabilidades de la jefatura.
Creo que fue en el
patio del Instituto de Málaga donde se concibe el nacimiento “cisneriano”;
pienso incluso que era cuando finalizaba la letanía del rosario matutino, que
día tras día, antes de comenzar las clases, el padre Morales dirigía desde la
balconada de la primera planta de dicho instituto, letanía que teníamos que
memorizar por su turno, por su orden exacto, al terminar las preces, siempre
por España, por las alabanzas a la paz, por nuestras familias, sobre todo por
Dios y por su ayuda en momentos tan difíciles: Guerra Mundial, tantas privaciones,
tantas dudas, tantos sueños, junto a los primeros amores de niños.
Nace “Cisneros”
gracias a ese contagioso proselitismo que ejercíamos en tantos y diversos
lugares: esas calles y plazas donde los niños jugábamos entonces; Plaza de la
Merced, plaza del Teatro Cervantes, calle Madre de Dios. También en los
descansos entre las clases del instituto, amigos o hermanos de las primeras
“novietas”, siempre a cuestas con la ilusión de los 14 años.
Entre las actividades
ilusionantes estaban los campamentos volantes, las marchas por etapas, el
caminar ilusionado entre pueblo y pueblo, mezclando la lectura d la carta de la
novia con el “maquis” que nos
amenazaba (a veces acompañados por una pareja de la Guardia Civil); en fin,
siempre el afán aventurero de esa temprana edad.
Y se consiguió:
acudía la juventud, se contagiaban las vibraciones de las marchas y músicas que
todo lo llenaban: “Cubre tu pecho de azul español” “Juventud Española, “Prietas
las filas”, “Yo tenía un camarada” y muchas más. Llegó a tener la centuria
Cisneros un número muy cercano a los cien miembros. Era exactamente una
centuria de jóvenes de diversas procedencias: estudiantes de bachillerato,
aprendices, menestrales, un heterogénea mezcla de orígenes y familias, incluso
hijos de represaliados injustamente.
El denominador común
de mis recuerdos fue siempre un
latiguillo: “ni vencedores ni vencidos”,
España sobre todo, la mirada clara y lejos…el romanticismo de un Imperio ideal,
Dios sobre todo, la grandeza de la Patria, las enseñanzas de José Antonio,
“mitad monje mitad soldado”, los valores del campo y de la nauraleza, la
insobornable unidad de España.
· ESPECIALES
RECUERDOS.-
Hogaño viene a mi
memoria nuestro especial recuerdo de entonces, permanente, a todos los
españoles que, en una u otra orilla o bando, habían luchado o muerto en nuestra
guerra civil.
Recuerdo
especialmente las noches en vela que pasábamos rezando, en las vísperas del día
de los caídos, en el recinto del Sagrario, entre guardia y guardia, rezando,
repito, por todos los fallecidos en aquella brutal con tienda, tanto de
los vencedores como de los vencidos,
pensábamos en las familias, y los
amigos de quienes dieron sus vidas por sus ideas en aquel cruel episodio bélico.
· MANDOS
Como es imposible el
recuerdo a tantos y tantos que me acompañaron en esta preciosa y bella aventura
juvenil, recordaré a los jefes provinciales del Movimiento: Emilio Lamo de
Espinosa y Manuel García del Olmo; a los delegados provinciales: Ricardo Manuel
de la Torre y José Martínez Martínez; a los secretarios provinciales: José
Manuel Merelo Palau y Francisco Valverde Dhior, al ayudante de las Falanges
Juveniles (éste de verdad ayudante, no como Mario; y a los entonces jefes de diversas centurias entre los que
quiero destacar a José Utrera Molina, primer Jefe de la “Cardenal Cisneros”,
que llegaría a alcanzar en los años 70 los puestos de Ministro de la Vivienda y
Ministro Secretario General del Movimiento, tras una fructífera y entregada
labor como gobernador civil en distintas provincias. También a Francisco
Hidalgo Ramos, jefe de la centuria “Gibralfaro, y José González de la Puerta,
jefe de la centuria “Domingo Lozano” que ostentaron los cargos de gobernadores
civiles de Soria y Málaga
respectivamente.
Así de sencillo y así de bello aconteció todo
ese tiempo en el que teníamos el corazón poblado de sueños y de generosidad.


He leído con interés este artículo y tras ello paso a preguntarle si por casualidad usted tendrá noticia de si en la Centuria Emperador Carlos había unos hermanos llamados Laguno Zuzuarregui.
ResponderEliminarYo soy hijo de uno de ellos y estoy interesado en saber si mi padre estuvo en esa centuria. Se llamaba Javier, Francisco Javier.
Gracias y un saludo,
Fernando de Laguno Oviedo.
Málaga
fjdelaguno@yahoo.es
Yo estuve en esa centuria, entré por mediación de un compañero de trabajo, Francisco Muñoz Córdoba.
ResponderEliminarSoy hijo de Paco de los Riscos, que ya falleció en el 2017.Imagino que mi padre era alumno de Nuestra Señora de la Victoria, aunque no estoy seguro. ¿en que año se creó la centuria?¿cuanto duró?
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