viernes, 6 de febrero de 2015

NOTAS SOBRE LA FUNDACIÓN E LA CENTURIA “CARDENAL CISNEROS DE MÁLAGA


NOTAS SOBRE LA FUNDACIÓN DE LA CENTURIA “CARDENAL CISNEROS” DE MÁLAGA.-
Por Manuel Sánchez del Águila.

·      LO GERMINAL.-

Dentro del denominado Frente de Juventudes (afiliación generalizada de toda la juventud española de los años cuarenta), se crearon las “Falanges de Voluntarios”, que pronto pasaron  a ser llamadas las “Falanges Juveniles de Franco”.

Una de las centurias de flechas, la “Santa María”, constituyó el germen de la centuria “Cardenal Cisneros”, ya de cadetes, entre los 12 y 16 años de edad, creo recordar.

El núcleo fundamental de esta centuria de cadetes, tiene su gestación en el Instituto de Enseñanza Media “Nuestra Señora de la Victoria”, de Málaga, sito en la calle Gaona, donde cursábamos nuestro bachillerato los entonces niños de 12-13 años de edad que en julio/36 estábamos en la franja de los 9 o 10 años.

El grupo fundacional de la “Cardenal Cisneros” estuvo integrado fundamentalmente por mandos de la entonces centuria “Santa María, como se ha dicho.

Recuerdo entre otros a los hermanos José (Jefe de la Centuria) y Manuel Utrera Molina, José y Eduardo Martín Almendro, Jaime González Martín, Waldo Fernández, Julio Valverde Burgos, Paco de los Riscos, quien esto escribe -que asumió la subjefatura de la centuria- y muchos otros que ahora me resulta muy difícil de recordar. Sí aludiré al inefable “Mario” que tenía tarjetas con la palabra “ayudante” y que decía pertenecer a una familia noble caída en desgracia.

Y entonces viene el factor numérico: ¿Qué escuadristas teníamos? ¿Con quién contábamos? La respuesta es categórica pues era además la consigna del momento político: el proselitismo. No había otro. Uno a uno, charla a charla y reunión tras reunión, se fue constituyendo el núcleo fundamental de la centuria “Cisneros” de la que posteriormente nacieron otras como la denominada “Emperador Carlos”, de la que fui Jefe, marchándome con pena de la “Ciosneros” y mi buen amigo Manolo Utrera su subjefe, compartiendo conmigo las responsabilidades de la jefatura.

Creo que fue en el patio del Instituto de Málaga donde se concibe el nacimiento “cisneriano”; pienso incluso que era cuando finalizaba la letanía del rosario matutino, que día tras día, antes de comenzar las clases, el padre Morales dirigía desde la balconada de la primera planta de dicho instituto, letanía que teníamos que memorizar por su turno, por su orden exacto, al terminar las preces, siempre por España, por las alabanzas a la paz, por nuestras familias, sobre todo por Dios y por su ayuda en momentos tan difíciles: Guerra Mundial, tantas privaciones, tantas dudas, tantos sueños, junto a los primeros amores de niños.

Nace “Cisneros” gracias a ese contagioso proselitismo que ejercíamos en tantos y diversos lugares: esas calles y plazas donde los niños jugábamos entonces; Plaza de la Merced, plaza del Teatro Cervantes, calle Madre de Dios. También en los descansos entre las clases del instituto, amigos o hermanos de las primeras “novietas”, siempre a cuestas con la ilusión de los 14 años.

Entre las actividades ilusionantes estaban los campamentos volantes, las marchas por etapas, el caminar ilusionado entre pueblo y pueblo, mezclando la lectura d la carta de la novia  con el “maquis” que nos amenazaba (a veces acompañados por una pareja de la Guardia Civil); en fin, siempre el afán aventurero de esa temprana edad.

Y se consiguió: acudía la juventud, se contagiaban las vibraciones de las marchas y músicas que todo lo llenaban: “Cubre tu pecho de azul español” “Juventud Española, “Prietas las filas”, “Yo tenía un camarada” y muchas más. Llegó a tener la centuria Cisneros un número muy cercano a los cien miembros. Era exactamente una centuria de jóvenes de diversas procedencias: estudiantes de bachillerato, aprendices, menestrales, un heterogénea mezcla de orígenes y familias, incluso hijos de represaliados injustamente.

El denominador común de mis recuerdos  fue siempre un latiguillo: “ni vencedores ni vencidos”, España sobre todo, la mirada clara y lejos…el romanticismo de un Imperio ideal, Dios sobre todo, la grandeza de la Patria, las enseñanzas de José Antonio, “mitad monje mitad soldado”, los valores del campo y de la nauraleza, la insobornable unidad de España.

·      ESPECIALES RECUERDOS.-

Hogaño viene a mi memoria nuestro especial recuerdo de entonces, permanente, a todos los españoles que, en una u otra orilla o bando, habían luchado o muerto en nuestra guerra civil.

Recuerdo especialmente las noches en vela que pasábamos rezando, en las vísperas del día de los caídos, en el recinto del Sagrario, entre guardia y guardia, rezando, repito, por todos los fallecidos en aquella brutal con tienda, tanto de los vencedores como de los vencidos, pensábamos  en las familias, y los amigos de quienes dieron sus vidas por sus ideas en aquel cruel episodio bélico.

·      MANDOS

Como es imposible el recuerdo a tantos y tantos que me acompañaron en esta preciosa y bella aventura juvenil, recordaré a los jefes provinciales del Movimiento: Emilio Lamo de Espinosa y Manuel García del Olmo; a los delegados provinciales: Ricardo Manuel de la Torre y José Martínez Martínez; a los secretarios provinciales: José Manuel Merelo Palau y Francisco Valverde Dhior, al ayudante de las Falanges Juveniles (éste de verdad ayudante, no como Mario; y a los entonces jefes  de diversas centurias entre los que quiero destacar a José Utrera Molina, primer Jefe de la “Cardenal Cisneros”, que llegaría a alcanzar en los años 70 los puestos de Ministro de la Vivienda y Ministro Secretario General del Movimiento, tras una fructífera y entregada labor como gobernador civil en distintas provincias. También a Francisco Hidalgo Ramos, jefe de la centuria “Gibralfaro, y José González de la Puerta, jefe de la centuria “Domingo Lozano” que ostentaron los cargos de gobernadores civiles  de Soria y Málaga respectivamente.

Así de sencillo y así de bello aconteció todo ese tiempo en el que teníamos el corazón poblado de sueños y de generosidad.




3 comentarios:

  1. He leído con interés este artículo y tras ello paso a preguntarle si por casualidad usted tendrá noticia de si en la Centuria Emperador Carlos había unos hermanos llamados Laguno Zuzuarregui.
    Yo soy hijo de uno de ellos y estoy interesado en saber si mi padre estuvo en esa centuria. Se llamaba Javier, Francisco Javier.
    Gracias y un saludo,
    Fernando de Laguno Oviedo.
    Málaga
    fjdelaguno@yahoo.es

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  2. Yo estuve en esa centuria, entré por mediación de un compañero de trabajo, Francisco Muñoz Córdoba.

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  3. Soy hijo de Paco de los Riscos, que ya falleció en el 2017.Imagino que mi padre era alumno de Nuestra Señora de la Victoria, aunque no estoy seguro. ¿en que año se creó la centuria?¿cuanto duró?

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