El Pleno del Ayuntamiento sevillano de ayer que ofendió la gloriosa actuación de Castejón en Sevilla evitando y poniendo coto a los monstruosos crímenes que estaba perpetrando la izquierda
, desconoce seguramente esta carta que ahora publico con permiso de su familia. Se la dirige el rey fugado Alfonso XIII desde Roma el 3 de febrero de 1938 y lo felicita por "tu heroico y brillante comportamiento... y porque podamos ver pronto la victoria final”. Querido Antonio, le dice el fugado y le envía un “fuerte abrazo”.
Y yo me pregunto, si ayer hasta la derechona rancia sevillana estaba de acuerdo con humillar la memoria de Castejón en base a la Ley para la Memoria histórica. ¿Como en base a la carta que acompaño (y salvo riesgo de incurrir en una flagrante prevaricación) no rebusca el Ayuntamiento de Sevilla las numerosas distinciones que seguro que tuvo que tener el rey fugado en la ciudad de Sevilla, y le quita todos los títulos que tuvo que obtener durante su reinado? ¿Cabe mayor exaltación al levantamiento militar como dicen los concejales sevillanos? Que cambien el nombre hasta al mismo hotel Alfonso XIII. Ley de Memoria Histórica.
jueves, 30 de abril de 2015
miércoles, 29 de abril de 2015
MI GENERAL
Se curtió en la valentía y el arrojo contra los rifeños. Se llamaba Antonio Castejón Espinosa y entregaba su vida a cada instante para defender a España frente a esos criminales. Él era comandante, Yagüe el teniente coronel, para mí el mejor militar de aquella contienda capaz de enfrentarse con el mismísimo caudillo como cuando esa disyuntiva entre Toledo y Madrid. Pero ganó el insoportable bilaureado Varela. Castejón sobresalió por tantas virtudes de eficacia militar, rodear una población con astucia como hizo en Talavera para que entrasen sus legionarios (una medalla militar individual). Castejón era un militar que cumplía con el deber que le asignaba el mando y lo cumplió como nadie, como el mejor. En la difícil batalla del Ebro mandó a sus legionarios, con él al frente, a las más peligrosas misiones militares (la cota 261).
Y antes de todo eso, hizo lo mejor que pudo haber hecho, recién llegado a Sevilla, acabar con esa mafia de asesinos comunistas que mataban por placer y por odio. Hizo lo mejor que pudo y lo hizo muy bien, porque en se tiempo no podía dejar asesinos sueltos para que repitieran una y otra vez sus fechorías y crímenes. Entró en Badajoz con la orden directa de Yagüe, cumpliendo con su deber, tras dejar atrás a cientos de legionarios de su bandera, muertos por disparos de los rojos desde las alturas, pero sus legionarios le echaron “huevos" y consiguieron entrar. Imagino que habría juicios sumarísimos contra el enemigo y fusilamientos, a salvo la salvajada de Jay Allen con tal de ganar lectores, y del portugués pagado, sobre la plaza de toros en la que ya sólo creen los imbéciles. Qué menos.
Sin duda fue uno de los grandes y valientes militares del siglo XX. Pero hoy, la derecha sevillana a la que le salvó la vida, lo expulsa contra derecho de la medalla de la ciudad. Quizá mejor así. Pero eso sí, la derecha cobarde del PP sevillano, del Ayuntamiento sevillano innoble y miedoso, se ha sumado a los comunistas y socialistas que jamás podrán perdonarle que evitase, con su llegada a Sevilla, que siguiesen con sus crímenes sucios en esta ciudad. Así pasó y así lo cuento.
y en todos los demás pueblos donde acudió mi General en defensa de pobres inocentes.
Y antes de todo eso, hizo lo mejor que pudo haber hecho, recién llegado a Sevilla, acabar con esa mafia de asesinos comunistas que mataban por placer y por odio. Hizo lo mejor que pudo y lo hizo muy bien, porque en se tiempo no podía dejar asesinos sueltos para que repitieran una y otra vez sus fechorías y crímenes. Entró en Badajoz con la orden directa de Yagüe, cumpliendo con su deber, tras dejar atrás a cientos de legionarios de su bandera, muertos por disparos de los rojos desde las alturas, pero sus legionarios le echaron “huevos" y consiguieron entrar. Imagino que habría juicios sumarísimos contra el enemigo y fusilamientos, a salvo la salvajada de Jay Allen con tal de ganar lectores, y del portugués pagado, sobre la plaza de toros en la que ya sólo creen los imbéciles. Qué menos.
Sin duda fue uno de los grandes y valientes militares del siglo XX. Pero hoy, la derecha sevillana a la que le salvó la vida, lo expulsa contra derecho de la medalla de la ciudad. Quizá mejor así. Pero eso sí, la derecha cobarde del PP sevillano, del Ayuntamiento sevillano innoble y miedoso, se ha sumado a los comunistas y socialistas que jamás podrán perdonarle que evitase, con su llegada a Sevilla, que siguiesen con sus crímenes sucios en esta ciudad. Así pasó y así lo cuento.
y en todos los demás pueblos donde acudió mi General en defensa de pobres inocentes.
LA RANCIA Y COBARDE DERECHA SEVILLANA
En un pleno municipal con amplia mayoría de la derecha sevillana, se ha decidido retirarle, obviamente a propuesta de los comunistas, la medalla de la ciudad al Comandante Castejón. Es paradójico y miserable que el eficaz y valiente jefe legionario sea “condenado” por una derecha cobarde. Castejón salvó vidas de los atroces crímenes marxistas (comunistas, socialistas y anarquistas) que se prodigaron por toda España en ese fatídico verano de 1936.
Castejón fue el primero que llegó a Sevilla con tan sólo cinco legionarios en un Junker y sólo su presencia emocionó a la derecha de antaño. Con esas fuerzas y con las que siguieron llegando evitó que se siguieran ejecutando brutales crímenes de los “rojos” en Triana (donde entre otros habían matado al alfarero falangista Mensaque), en el llamado “Moscú sevillano” -San Julián, Santa Marina, San Román, San Marcos- donde llegaron a ultrajar el cadáver de un anciano sacerdote. Luego siguió con sus tropas por pueblos de Sevilla y Extremadura (por ejemplo, llegó a tiempo para evitar que falleciesen aún más personas en la pira funeraria que montaron los comunistas en El Arahal).
Ahora los causahabientes cobardes de esos sevillanos, que le debieron en una gran parte la vida al Comandante Castejón, que si hoy pueden votar en un pleno despreciándolo es porque sus tataradeudos fueron salvados por ese valiente legionario, le retiran una distinción. Por miedo, por cobardía. Porque la derecha es esencialmente eso: cobarde. Entonces y ahora.
Castejón fue el primero que llegó a Sevilla con tan sólo cinco legionarios en un Junker y sólo su presencia emocionó a la derecha de antaño. Con esas fuerzas y con las que siguieron llegando evitó que se siguieran ejecutando brutales crímenes de los “rojos” en Triana (donde entre otros habían matado al alfarero falangista Mensaque), en el llamado “Moscú sevillano” -San Julián, Santa Marina, San Román, San Marcos- donde llegaron a ultrajar el cadáver de un anciano sacerdote. Luego siguió con sus tropas por pueblos de Sevilla y Extremadura (por ejemplo, llegó a tiempo para evitar que falleciesen aún más personas en la pira funeraria que montaron los comunistas en El Arahal).
Ahora los causahabientes cobardes de esos sevillanos, que le debieron en una gran parte la vida al Comandante Castejón, que si hoy pueden votar en un pleno despreciándolo es porque sus tataradeudos fueron salvados por ese valiente legionario, le retiran una distinción. Por miedo, por cobardía. Porque la derecha es esencialmente eso: cobarde. Entonces y ahora.
viernes, 24 de abril de 2015
LA FERIA DE LAS VANIDADES
Acabo de regresar de mi primer día de Feria pese a vivir a 100 metros del “evento” Y qué he encontrado: cosas buenas y cosas hasta naseabundas, como debe de ser, imagino.
Comienzo por la malas para el bue sabor de boca: mujeres que montaban yeguas a “mujeriegas” y se le encabritaba el caballo y ni puta idea para dominarlo; horteras vestidos de verde absurdo. ligones ya de 50 años que ligar querían.
He estado poco tiempo, pero me asomé a la caseta de mi amiga Pupi, y antes un poco al Labradores de Altozano (para una consulta profesional) y los Círculos Balmes y esa gentuza- Y allí vi lo mejor: la belleza femenina sevillana, morenas o con mechas; y cómo bailaban, y qué guapas eran, y daba gusto verlas dar la vuelta. Ése será mi recuerdo de hoy, inmejorable.
En fin
viernes, 17 de abril de 2015
ASÍ NO SE PUEDE SEGUIR
Mientras los partidos políticos, esos engendros totalitarios que acaparan el poder, se enfangan en el cenagal de los pactos, que es en definitiva el poder que da el dinero, el beneficio ilegítimo, el negociete o negociazo sucio que es la malversación, que es el robo sistemático del dinero de todos los españoles; mientras todo eso pasa y lo consentimos ya se sabe que pese a una eventual recuperación económica, la mitad de nuestros compatriotas seguirán en el límite de la pobreza o de la “exclusión social” (como ahora se dice). Pequeños empresarios jamás recuperarán sus negocios, trabajadores que ejercieron en estos tiempos de los partidos molondros y nefastos, jamás recuperarán su empleo, nuestros hijos no regresarán del extranjero donde encontraron empleo, y seguirá siendo penoso vivir en España. El redesahuciado seguirá con la deuda hipotecaria de por vida -ya fuera del piso que compró cuando el engaño de los bancos- y del piso cuyo alquiler no puede pagar.
Y todo sería tan fácil: España para los españoles honrados que trabajan, no para los políticos que medran, los sindicatos que huelen a pescado podrido, los partidos que subsisten con nuestro dinero. Hay que hacer algo, hay que traer bienestar y sobre todo, justicia social, “suum cuique tribuendi”. Sin que este rabioso cambio afecte a la propiedad privada, incluso la de ese prestatario hipotecario que perdió su vivienda, por la propiedad limpia: la propiedad de sindicatos honrados, la propiedad comunal. Pero muy lejos de la pobreza y la corrupción aún más extrema de los “maduros” y sus agentes en España.
Hace falta una revolución a lo Jean Jaures, “revolución en los fines”, sin violencia. Pero para todo eso hace falta que la mayoría pensemos que España es un “proyecto sugestivo de vida en común”.
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