miércoles, 25 de marzo de 2015

EL SOLITARIO FALANGISTA DE MARINALEDA

EL SOLITARIO FALANGISTA DE MARINALEDA.- Lo supe ayer, rebuscando datos que me iban suministrando sobre las pasadas elecciones autonómicas. En Marinaleda, tierra de bandoleros, Gordillos y comunistas, en las estribaciones de la sierra sur de Sevilla, en la que todo el mundo sigue las consignas del Comandante Gordillo, se produjo un hecho realmente insólito. En ese mundo, dominado por la extrema izquierda, brutalmente adoctrinado contra la Patria y en realidad también contra la Justicia Social, hubo alguien, ignoro si hombre o mujer, viejo o joven (esto nunca lo sabremos), pero en todo caso una sola persona, que le echó valor y tomó de la mesa de su colegio electoral una papeleta para depositar su voto a favor de los falangistas. El hecho es insólito, inaudito. Creo que aún se preguntan por el pueblo colectivizado quién le echó “huevos” para cometer tal desmán. Quizá estos días, en los bares más concurridos de Marinaleda, las miradas se dirijan a uno y otro cliente para, dirigiendo sus vista a determinada anatomía, descubrir al fin quién fue el atrevido, solitario falangista de Marinaleda que le echó el valor que pocos

lunes, 23 de marzo de 2015

ANDALUCES Y VANDALUCES

LOS ANDALUCES Y LOS VANDALUCES.- Yo me siento profundamente español. Mi Patria es de las pocas cosas sagradas que tengo. Pero también me siento inmensamente andaluz, aunque hayan creado como padre de esta minipatria un absurdo notario que se creyó poeta y al que todos, de derecha a izquierda, halagan. Yo me siento andaluz y me entusiasmo cuando veo el mar desde la Sierra de Istán, donde nació mi abuela, y cuando dejo atrás, tras la peña de “los enamorados” el pueblo de Archidona, la tierra de mi abuelo. Y Málaga tan bellísima y tan luminosa, donde pasó mi padre su infancia y juventud (con su cisne de plata en su camisa azul). Por eso no puedo admitir que se diga alegremente que los andaluces votamos ayer la corrupción, porque eso no es verdad. Miles de andaluces quisimos frenar, con nuestros votos, el robo que habían protagonizado, ese brutal atraco años tras año. Pero no fuimos los andaluces los que les dimos ese voto que no se merecían; fueron los vándalos, los vandaluces, lo que se vienen alimentando del poder y la corrupción, los corrompidos, los que dejan pasar estas barbaridades porque se lucran de este fango sucio en el que nadan los gobiernos socialistas. Por eso no admito que generalicéis sobre los andaluces. Muchos fuimos a votar contra esta miseria y esta hambruna. Pero pudieron los vandaluces. Porque parece cierto eso que se contaba: “ Y ganaron los sarracenos, porque Dios ayuda a los malos, cuando son más que los buenos”.

domingo, 22 de marzo de 2015

URNAS

Yo no diré eso de que “el mejor destino destino de las urnas es romperlas”, como afirmó en un ataque de desesperanza el mejor soñador que tuvo este pueblo. Sí es cierta mi repugnancia por ese circo y por eso apenas he votado (una vez a un compañero de facultad que iba para Presidente de la Junta -ante su ruego-, otra vez a otro, amigo y compañero de facultad que salió alcalde y otras veces por pasar la mañana diseñando un bonito voto nulo - comoel voto a ese bonachón, funcionario judicial, que iba a votarlo en serio y al final se me escapó escribir en la papeleta: gordo... qué buena gente eres). Pero esta vez había que votar, por razones que ni yo entiendo. Y llevaba días enfrentando la razón y el corazón. La razón me animaba a votar a los ciudadanos, que por lo menos carecen de antecedentes penales. Jamás a una formación que presenta como adalid a un individuo expulsado de la carrera judicial por prevaricador. Pero al final pudo el corazón y en un alarde de romanticismo del que me alegro, voté a los azules, a esas 22 personas, hombres y mujeres de Sevilla, que se ofrecieron alegre, poéticamente a ofrecer sus nombres. No conocía a casi nadie, deben de ser muy jóvenes y yo ya he cumplido los 57 años, pero sí que me llamó la atención que entre los candidatos figurase un chaval que cuando era pequeño, defendí como acusador ante una agresión que sufrió. Ya por él me habría merecido la pena el voto. Esta mañana hablaba con mi camarada David por el face y le insistía en Baler, esos valientes que cuando le preguntaban lo absurdo de su hazaña respondían “Seguimos aquí para que sepan que existimos”. Esta mañana no había papeletas del Partido Radical, de la CEDA, del Partido Albiñalista, de la Comunión Tradicionalista (esos inmensos patriotas). Pero estaban los de Baler, más de 80 años después, pregonando que existen, que existimos.

viernes, 20 de marzo de 2015

CAMBIO DE RUMBO

VOTARÉ A LOS MÍOS AUNQUE NO SIRVA DE NADA, DE MOMENTO (PORQUE NINGÚN VOTO SIRVE PARA NADA, Y MÁS AHORA QUE NUNCA) Reconozco que he estado tentado hasta última hora de votar al partido del buen catalán y español Albert Rivera, no tanto a su sicario andaluz a quien desconozco. Me parecían gente honesta y que, de momento, proclamaban en su discurso, dos principios fundamentales en mi creencias: la unidad de España, la creencia en una Patria común, y una sincera aspiración de justicia social que acabe por fin con este feroz capitalismo. Pero ayer me llegó un correo de un buen amigo y camarada madrileño que me transmitía confidencialmente datos, guión y presupuesto sobre una película que se está preparando sobre el “mejor hombre de España”. Me apasionó la idea. El guión era propio del mejor cine, el presupuesto muy elevado aunque modesto para cualquier producción cinematográfica (nada más el presupuesto de los atrezzos y exteriores me hicieron presumir que se haría una película de categoría). Y entonces pensé que aparte de alguna ayuda importante y puntual, este proyecto necesario en los 80 años en que nos mataron el sueño, dependía de esos casi 15.000 votantes azules (ridículos para unas elecciones pero esenciales para una suscripción colectiva), que podrían ayudar con sus pequeñas suscripciones al mejor proyecto azul que he conocido, en pleno siglo XXI, que ya es decir. Por eso, por animar y ejemplarizar, por ayudar a esa película que entiendo sustancial para nuestra permanencia ya infinita en la historia de España, para animar a esos dispersos azules, porque seamos 15.001 (contando con mi voto), votaré a los míos.

domingo, 15 de marzo de 2015

CIUDADANOS

Yo siempre fue abstencionista, convicto y confeso, Salvo en contadas ocasiones de amigos a los que voté con el corazón. Pero llegan tiempos peligrosos en que no podemos seguir en el barro. De este fango nos puede salvar Cataluña, y menos mal que siempre seguí español pese a mi eterno amor a la sardana. Hoy estuve escuchando la prosa limpia de Albert Rivera, y la vi, eso, lejos de la propaganda electoral, sin insultar a nadie, con una ilusión que proponía. Yo no propongo nada, sólo os dejo mi ilusión de esta mañana: contra la partitocracia y la corrupción. Por la justicia social. Me agrada mucho haber asistido a este maravilloso espectáculo político.

sábado, 14 de marzo de 2015

LA ESPAÑA DE LA POBREZA Y DEL DESENCANTO

Vienen tiempos de elecciones; nueva pugna entre los partidos que hasta ahora habían protagonizado la partitocracia y provocado esta España de miseria y penuria (desahucios, suicidios, hambre, paro, esta inmensa injusticia social). Pero ahora aparecen otros nuevos que quieren rellenar los arcos parlamentarios o municipales. Me referiré a dos: los estalinistas y ominosos de unos chiflados sujetos y financiados por la dictadura de Venezuela que quieren convertir a España en un nuevo Gulag: sin programa, con proclamas demagógicas, saqueando monumentos, auténticas barbaridades que Dios quiera que no les de posibilidad de cometer. De este lado la sinrazón y la tropelía que, no obstante, votará cualquier estudiante universitario acrítico e incapaz de admitir este oscuro comunismo que defiende al terrorismo mismo. Y de otro lado, un partido neoliberal, pero de extrema derecha, que procede de las filas desahuciadas de uno de los grandes del bipartidismo. Éstos ofrecen más de lo mismo, sin una creíble campaña de defensa de los más desfavorecidos, de salir de esta pobreza que a tantos afecta, de tanta exclusión social, de tanta insolidaridad. Si por ellos fuera, seguiríamos con la foto del hombre que os pongo.

domingo, 8 de marzo de 2015

NUESTRA ESPAÑA MISTERIOSA

Adorable Patria común de tantos y tantos. España es una porque una se formó, tras siglos de guerra (como diría el Blas en su triste himno y su peor prosa). Pero España es, está existe, es tierra de todos para amarla. Es cierto que no puede haber una Patria grande mientras haya españoles sin vivienda y sin pan. Pero para eso estamos, por encima de los partidos políticos, en los que definitivamente ya no creo. Yo sigo creyendo en ella, mi querida España, esta España mía, esta España nuestra (como decía ese lucero que se nos fue tan temprano).

DIEZ AÑOS BAJO LA SOBERBIA DE UN JUEZ

Al fin lo expulsaron, pero para mi amigo/cliente-tardío fue un suplicio soportar su chulería y su soberbia. Le negaba hasta sus hijos, con el inmenso cariño que les profesaba. Menos mal que llegó la Audiencia y mandó callar, pero mientras una y otra ves, y el juez en su poltrona o en su tarima gritando que no, que no y que no... Ahora anda por los vericuetos de la política creo, ya expulsado de su carrera por comisión de delito natural. No creo que salgo siquiera en las encuestas ni en los resultados. Pero lo que sí sé es que no volverá a dañar a mi viejo amigo.

AMAPOLA

Mi madre tendría la adorable edad de 14 años y fue con sus padres a la terrible distancia de 70 kilómetros que unía Huesca con Zaragoza. Y allí gozó del tenor Fleta (azul, no puedo evitar decirlo), que cantó esta canción sin autor conocido, que siempre guardó para ella, la lindísima amapola que siempre fue y es ella. Va por ella. https://www.youtube.com/watch?v=-IRIqII4z_c

sábado, 7 de marzo de 2015

UN GRAN JEFE PARA UNA GUERRA INEVITABLE

Era la mano derecha de Yagüe, el general azul que lucía las cinco flechas rojas junto al lucero de general. Pero el comandante era el combativo, el expedicionario, siempre valiente dirigiendo su tropa, su bandera. Yo había leído de sus hazañas y de su valor hasta que conocí a su hijo Manolo (q.e.p.d) y me enseñó las dos órdenes por la que le condecoraban por una de las más importantes condecoraciones al valor militar con desprecio a la propia vida: dos medallas militares individuales. Poco antes de morir, su hijo me regaló la gorrilla legionaria que os pongo bajo estas líneas, y que lució el entonces comandante (llegado el tiempo Capitán General en Sevilla)durante su avanzada por Extremadura al frente de su gloriosa bandera. La guardo como oro en paño. Ahora ando con nuevos relatos, y sale él de nuevo, aunque sea de refilón, cuando dio muestra de su humanidad cuando tras una sentencia se acercó a la viuda del fusilado para decirle..., pero bueno, ésa es otra historia.

POBRES PARA SIEMPRE

Comienza la lucha, las elecciones y comienzan las patrañas, lo vulgar y las barbaridades. Todos hablan de lo mismo, de lo que según ellos, les interesa al “pueblo” (que así los llaman). Es brutal todo: la socialista con cara de dependienta de estanco advierte de que su partido dará mieles y mieses a todos –sabemos que es mentira-; el niñato del pepé (que Dios y él me perdonen, pero con cara de señorito venido a menos, a bastante menos, que ya tiene que comprar el aceite en botellas de a litro en el MAS); pues el niñato suelta una proclama sobre el maltrato a las mujeres, así, de repente, como quien no quiere la cosa, ignorando que desde el mismo sistema judicial se ignora a las mujeres que denuncian y salen de los juzgados llorando. No tiene ni puta idea este muchacho. Y más abajo, mejor ni pensar. Unos pillos que han trincado la pasta y que aseguraban que PODEMOS trincarla, y así les va, con esos votos encastrados en su deshonestidad: todos bajo sospecha pero los pobres desgraciados que carecen del pan y de la justicia (la Patria ya no existe pare ellos) les darán sus votos. El voto del que no lee, del que no sabe, pero el voto al fin y al cabo. Y a la extrema derecha de los peperos salen los que huyeron de ese partido y pretenden implantar una ideología aún más insensata. En Andalucía exhiben como trofeo a uno que dicen que es “juez” pero que ya no tiene “puñetas” porque lo expulsaron de la carrera judicial por un delito de prevaricación, el peor delito que puede cometer un juez. Pero hay hambre y penuria, y miseria, eso que ninguno de esos gamberros se atreven anunciar, señalando el modo de atajar la pobreza de este pueblo. Van a lo suyo. Y ninguno nos paramos a ver las colas en los comedores sociales, los que duermen en los cajeros automáticos, los que buscan y rebuscan en las basuras. Mientras esto siga así, no hay Patria, ¡cómo va a haber patria¡ y todos nuestros políticos se merecen el mayor de nuestros desprecios. Así anda la cosa, como para tener dinero y escaparse este tiempo a un crucero por los fiordos de Noruega.

viernes, 6 de marzo de 2015

FOENS

De esto hace tantos años, que hasta parece que fue el sueño con el que despertamos ayer. Pero no, fue verdad, por estrafalario que parezca lo que cuento. Omitiré nombres, sólo me quedaré preso en la celada. El caso es que allá por al año de 1977, tiempo de trifulcas y violencias, cuando los de Fuerza Nueva asaltaban a los comunistas y dejaban sus escombros en las puertas de urgencias de los hospitales (y eso porque tenían estudiantes de Medicina en sus filas más o menos piadosos) y los comunistas le arrancaban un ojo de por vida a mi buen amigo, el entonces seminarista César, y todo eso en una de las calles de la Feria en plena fiesta; pues por ese entonces surgió la ilusión adolescente de salvar a España, ese incauto FOENS que unos pocos nos dispusimos a constituir en una finquita entre Marchena y La Puebla, que era casa del vizconde, quien creo que se llevó y debe de guardar a buen recaudo nuestra bandera, esa que hicimos entre todos. Nuestro Frente Obrero Español Nacional Sindicalista llenó de Sevilla con sus pintadas su nombre. Lo más común era dejar en las paredes la palabra “revolución”. Algún cachondo como yo pidió spray de oro para escribir en la calleja tras la plaza de Cuba eso de “Con Felipe II vivíamos mejor” (los de la extrema derecha de Fuerza Nueva pintaban que con Franco vivíamos mejor), y así quedó durante años. En Madrid llenamos las calles con nuestra inútil propaganda tirando pasquines en todas las calles. Éramos cuatro, cinco o diez gatos, y nos llamábamos neofalangistas. Yo era más señorito (aunque los más señoritos eran otros, para empezar el vizconde rubicundo del que guardo un especial recuerdo) pero los demás trabajaban en junio o en septiembre en la recolección de una finca del torero Antonio Ordóñez. Y todo era para el partido, o movimiento o lo que sea. Eran otros tiempos y otras ilusiones y otra juventud. Pero creíamos a pie juntillas en una necesaria revolución para España. Éramos tan ingenuos, tan incautos. Nunca supimos utilizar los fraudes de esta gentuza financiada por países comunistas, aunque en nuestro caso, la verdad, no teníamos regímenes a los que acudir ni nos hacían falta. Se derrumbó nuestro sueño quizá pueril, pero estoy seguro de que todos los que nos apuntamos a esa aventura adolescente seguimos honestos. A todos mis camaradas de ese tiempo: podemos aún con nuestros sueños, por difíciles que nos parezcan.

miércoles, 4 de marzo de 2015

YO TENÍA UN CAMARADA

Acabo de leerlo en el ABC del bar de la esquina. Ha muerto a sus 95 años quien poseía la medalla de la vieja guardia, emblema de fundador del SEU y otras condecoraciones que justamente le concedieron. No faltaré a mi secreto profesional, pues él lo pregonaba, cuando acudió a mi despacho siendo yo muy joven (25 a 27 años) o por ahí, y me dijo: Suárez nos ha engañado; pero no por hacer la transición y ultrajar nuestra camisa azul, sino que, para la constitución de la UCD y la ulterior transición, expolió literalmente los fondos limpios y amplios que tenía el Montepío de los funcionarios del Movimiento al que él pertenecía. A cambio, quiso reparar el robo con el dictado de dos normas, creo que del año 1977, que establecía la obligación del Estado para abonar las pensiones de los miembros de aquel Montepío expoliado. Pero el Estado no pagaba. Y me aventuré con mi camarada en una y otra reclamación ante la entonces llamada Magistratura de Trabajo, para cobrar lo que, como ya jubilado le correspondía. Daba gusto que viniera al despacho para sus cosas: tenía humor, grandeza, cultura, se nos pasaba el tiempo. En ese entonces no sabía yo que tenía la medalla de la vieja guardia, que si no le hubiera requerido para que me la enseñase. Antonio Andrés, Presente. Otro lucero que se nos va.