Me alegro de que sea la derecha pepera la que quite el monumento, pues es una muestra más de que luchó por los débiles y entregó su oficio a ellos. Su nombre no obstante permanecerá: la gran Cooperativa remolachera de Castilla se llama ACOR (Asociación Cooperativa Onesimo Redondo). Seguro que le quitarán el nombre, pero y el de MAPFRE, nacida en plena república (Mutua Agropecuaria Propietarios Fincas Rústicas España). ¿Le afectará esa sucia ley?
Una ley sectaria, maniquea, esencialmente injusta y podrida que agrede a la mitad de los españoles, propiciada en su día por comunistas y socialistas. Lo de Onésimo es la peor de las barbaridades de esta ley indigna. Onésimo era un joven abogado católico, que se esforzó en la defensa de los pequeños agricultores de remolacha en Castilla, consiguiendo unos notable éxitos sindicales en defensa de esos indefensos agricultores. Por eso se le llamó el Caudillo de Castilla. No tuvo tiempo de hacer mal pues murió en los primeros días de la Cruzada en Labajos (Ávila).

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